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Los hallazgos tienen ramificaciones importantes para las ciudades de todo el mundo donde la contaminación del aire es un problema y la carga o descarga de polvo de las carreteras se está convirtiendo en un problema. El polvo de la carretera, definido por partículas producidas por el desgaste de los neumáticos y los mecanismos de frenado, ha sido considerado durante mucho tiempo como un desafío ambiental en términos de liberación de sustancias al medio ambiente e impactos en la salud humana. Un método para abordar este desafío es utilizar barredoras de calles. Estas máquinas son esenciales para reducir los contaminantes del aire: polvo de la carretera y otros materiales en polvo de otras prácticas urbanas para recoger y eliminar.
El polvo de las carreteras y su impacto en la contaminación del aire
El polvo de la carretera es una matriz ambiental que introduce diferentes tipos de contaminantes en el medio ambiente, incluidos metales pesados, hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) y material particulado (PM). Cuando el movimiento de vehículos o el viento impulsan estas partículas de hollín, estas se reemplazan en la atmósfera y luego contribuyen junto con otras, aumentando aún más la contaminación del aire. Los bebés y los ancianos son los más vulnerables a la exposición a largo plazo a estos contaminantes, lo que podría provocar enfermedades respiratorias, enfermedades cardíacas y muerte prematura.
¿Qué papel juegan las barrenderas en el control de la contaminación del aire?
Las barredoras de calles se utilizan con el motivo de que el polvo y los escombros no se depositan en las carreteras, ya que esto reduce el gasto en el que incurren para mantener las partículas en suspensión en el aire. Las barredoras de calles funcionan esencialmente con los mismos principios; sistemas de cepillos que corren a lo largo de la carretera para determinar qué escombros se barren y se llevan de nuevo a una cámara de retención, en lugar de vaciarse. Las barredoras de calles modernas ingresan los escombros de las calles que recogen con un proceso de limpieza de calles económico, aunque ineficiente; las avenidas contemporáneas barren las cartas y la basura a un contenedor de basura más tirado en la parte trasera del vehículo después de golpear libremente las alcantarillas y las piezas.
Barriendo carreteras con tecnología de punta
Desde entonces, la tecnología de barredoras de calles ha evolucionado para incluir sistemas de filtración de alta eficiencia y técnicas de barrido avanzadas y, en algunos casos, la capacidad de monitorear mediante GPS dónde se encuentran sus barredoras a todas horas del día. Estas mejoras facilitan la eliminación de partículas y, posteriormente, son beneficiosas para enrutar y proteger el lugar de limpieza normal.
Los filtros HEPA son otro elemento común en las barredoras de carreteras para capturar el polvo y los residuos y garantizar que se retengan en lugar de dispersarse nuevamente en el aire circundante. Las técnicas de barrido avanzadas, como los cepillos oscilantes y la presión variable del cepillo, aumentarán aún más la eficiencia de recolección de polvo en una amplia gama de superficies de carreteras.
El sistema de monitoreo y GPS rastrea la ubicación y la efectividad de cada barredora en tiempo real, lo que no solo garantiza que se esté realizando una limpieza óptima, sino que también protege contra el incumplimiento de las regulaciones ambientales.
Efecto del limpiador de carreteras sobre la calidad del aire a escala macro
Se sabe que el barrido de calles ayuda a mejorar la calidad del aire. Al recoger las partículas en suspensión en todas las calles, las barredoras ayudan a reducir la concentración de dichos contaminantes en el medio ambiente en su conjunto. Además de mejorar la calidad del aire, también mejora la visibilidad y la seguridad del tráfico.
Además de reducir los niveles de contaminación del aire en las ciudades, la limpieza de calles también forma parte de un conjunto integral de políticas ambientales que las ciudades están utilizando para mitigar las emisiones y avanzar hacia un paisaje urbano más sostenible. Entonces, las mismas ciudades que prometen mejorar la salud pública y reducir la contaminación pueden hacerlo incorporando barrenderos en sus planes de gestión ambiental.
Estudios de casos de programas exitosos de limpieza de carreteras
De hecho, algunas ciudades regionales han mejorado considerablemente la calidad del aire gracias a la implementación de programas de limpieza de calles. Funcionó, al grado de reducir más del 50 por ciento las PM2,5 en el aire, suficiente para aliviar enfermedades respiratorias y otros efectos. Y algunos de los mismos beneficios se han producido en otras ciudades, como Los Ángeles y Barcelona, donde programas similares produjeron menos contaminación del aire y mejoraron la salud pública.
retos y limitaciones
Resumí el aumento en las tareas de barrido, pero también vienen con desafíos como limitaciones. Barrer de manera constante y frecuente es esencial para mantener la calidad del aire, pero los desafíos logísticos y los presupuestos ajustados generalmente lo obstaculizan. El mal tiempo también puede afectar esto, por ejemplo, la lluvia o los vientos fuertes (que requerirán más barrido de carreteras).
Conclusión
Las barredoras de calles son una de las medidas más simples para combatir la contaminación del aire en las ciudades. Una eliminación más eficiente del polvo y las partículas en las calles conducirá a una mejor calidad del aire y, por lo tanto, a una mejor salud pública. A medida que las ciudades crecen y aumenta la presión por un planeta más limpio, las barredoras de calles parecen ser una línea de defensa integral en las estrategias futuras para las próximas ciudades.